El nuevo plan del presidente estadounidense Donald Trump, que propone que Europa financie el envío de armas a Ucrania, ha provocado divisiones en el continente. Francia, Italia, República Checa y Hungría han rechazado la iniciativa, alegando razones presupuestarias, estratégicas y políticas.
Francia se niega a destinar nuevos fondos a la compra de armamento estadounidense, en un momento en que busca fortalecer su industria militar nacional.
Italia también ha optado por no participar, argumentando limitaciones económicas y reafirmando que sus contribuciones a Ucrania serán únicamente con armas fabricadas por ellos mismos y material europeo.
La única compra militar planificada por Italia a EEUU es un lote de cazas F-35 para la próxima década.
Donald Trump anunció un acuerdo para que países europeos costeen armas de EEUU destinadas a Ucrania, pero Francia, Italia, Hungría y Chequia rechazan sumarse, priorizando sus industrias o limitaciones presupuestarias. Rusia advirtió que estas ventas solo prolongan la guerra. pic.twitter.com/uNVGXMmnEo
— JP+ (@jpmasespanol) July 16, 2025
Desde Praga, el primer ministro Petr Fiala afirmó que la República Checa prefiere centrarse en otras formas de apoyo, como el suministro de municiones.
Por su parte, Hungría, a través de su canciller Peter Szijjarto, fue aún más tajante: no enviarán soldados, armas ni dinero a Ucrania. Además, acusó a Bruselas de impulsar un “clima bélico” que arrastra a la Unión Europea al conflicto.
El acuerdo propuesto por Trump implica que países europeos adquieran armamento de EEUU por miles de millones de dólares, que luego sería destinado a las fuerzas ucranianas a través de la OTAN.
Según el secretario general de la Alianza, Mark Rutte, varias naciones como Reino Unido, Canadá, Alemania, Suecia y Finlandia ya confirmaron su participación.
Desde Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó el proyecto como una “operación comercial disfrazada de ayuda militar”.
Afirmó que este tipo de entregas prolongan innecesariamente la guerra y acusó a líderes europeos de actuar con un entusiasmo militarista desproporcionado, sin considerar las consecuencias para el bloque.