Las autoridades filipinas clasificaron la tormenta Man-yi como supertifón, advirtiendo sobre su posible impacto «catastrófico», forzando la evacuación de más de 650,000 personas.
Con vientos sostenidos de hasta 260 kilómetros por hora (km/h), Man-yi ha alcanzado la intensidad equivalente a un huracán de categoría 5.
Según un funcionario de gestión de desastres, más de 500,000 personas en la región de Bicol han sido evacuadas, y se espera que el número siga aumentando.
Además, 26,000 personas en la provincia de Northern Samar y 18,000 más en Eastern Samar y Samar han sido evacuadas preventivamente, incluyendo pacientes y personal del Hospital del Distrito de Arteche.
Grandes olas y vientos devastadores por supertifón
La agencia meteorológica PAGASA ha emitido advertencias de señal 5 para Catanduanes, el nivel más alto en su escala, donde se esperan olas de hasta 14 metros, vientos devastadores y mareas potencialmente letales. El supertifón avanza hacia esta isla, donde el impacto severo es inminente.
Man-yi experimentó una intensificación extremadamente rápida el 15 de noviembre, pasando de tormenta tropical a supertifón en solo 24 horas, con un aumento de velocidad de 88 km/h, mucho mayor al estándar de intensificación rápida de 56 km/h en el mismo período.
En el último mes, Filipinas ha enfrentado cinco ciclones previos, que han dejado al menos 163 muertos, miles de desplazados y severos daños en la agricultura y ganadería.