China y Estados Unidos libran una batalla tecnológica que se agudiza cada vez más, ante la demanda presentada por Pekín en la Organización Mundial del Comercio (OMC), contra las medidas ejecutadas desde Washington para controlar las exportaciones de chips y “obstaculizar el comercio internacional de semiconductores”.
La demanda presentada por el país asiático, llega luego de las declaraciones del consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, quien ha confirmado tener conversaciones con Japón y Países Bajos, ambos proveedores importantes de equipos para fabricar chips, con el objetivo de limitar la venta de los materiales necesarios para la realización de estos productos en China.
“EE.UU. ha generalizado repetidamente el concepto de seguridad nacional en los últimos años, abusando de las medidas de control de exportaciones y obstaculizado el comercio internacional normal de chips y otros productos. Este es un enfoque proteccionista comercial típico”, destacó el Ministerio de Comercio de China.
De igual manera, China no se ha quedado con los brazos cruzados y se encuentra preparando un paquete para impulsar el sector de los semiconductores, que al alcanzaría la cifra de 1 billón de yuanes, equivalentes a unos 136 mil millones de dólares, que generarían autosuficiencia y contrarrestarían las medidas de Estados Unidos, destinadas a frenar sus avances tecnológicos.
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Con este incentivo, China espera que sus fabricantes de chips incrementen su producción, y modernicen sus plantas de fabricación y ensamblaje, como última alternativa el plan de Pekín, también incluye políticas fiscales preferenciales para la industria de semiconductores del país.
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La mayor parte de la asistencia financiera se utilizaría para subsidiar las compras de equipos de semiconductores domésticos por parte de empresas chinas, principalmente plantas de fabricación de estos chips.
Los semiconductores son los productos más vendidos en el mundo en términos de valor, junto al petróleo crudo y el refinado, además de la industria de los automóviles. China lidera la producción de estos aparatos, a pesar que los planes de Estados Unidos se enfocan en limitar estos procesos para tomar el liderato en la industria.