Xiomara Castro, está haciendo historia en Honduras, no solo por ser la primera presidenta mujer que asumirá el mandato en la nación centroamericana, sino por representar el retorno de la izquierda después del golpe de Estado contra el expresidente y esposo de Castro, Manuel Zelaya, ejecutado en 2009.
Sin embargo, la entrada en la escena política que acompaña a Castro está rodeada de tensiones, y el contexto presenta la juramentación de manera paralela de dos Juntas Directivas del Congreso Nacional y la expulsión de 18 diputados del Partido Libertad y Refundación (LIBRE), quienes violentaron acuerdos previos y ahora son señalados de “Traidores a la Patria” por la mandataria electa.
La crisis interna dentro de las filas de Xiomara Castro, se evidenció a mediados de enero del presente año, cuando casi dos decenas de sus diputados rompieron criterios en la elección provisional de quienes representarían la dirección de la Asamblea Legislativa, hecho que finalizó con una serie de agresiones entre los parlamentarios dentro del Congreso Nacional.
En consecuencia, estos acontecimientos generaron las dos Juntas Directivas paralelas del Congreso Nacional, una en la que fue electo presidente el diputado, Luis Redondo, respaldado por Castro; la otra la preside, Jorge Cálix, quien fue nombrado por los parlamentarios disidentes en alianza con fuerzas opositoras.
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La presidenta electa, Xiomara Castro, ha reafirmado que efectuará su juramentación como jefa de Estado Constitucional ante un juez y no ante un Congreso Nacional presidido por “Traidores a la Patria”. Sin embargo, recientemente invitó a Luis Redondo a tomarle juramento, lo cual podría desatar una trama legal.
¿Cuál es la directiva legítima del Congreso Nacional?
Lo cierto es que, el nuevo Ejecutivo de Honduras, se encuentra en jaque con la situación del Parlamento Legislativo. El analista y docente de Sociología de la Universidad Nacional, Eugenio Sosa, declaró que “se viene una crisis de altas dimensiones, peligra que ni tome posesión Xiomara Castro», además advirtió el riesgo de un “nuevo golpe de Estado”.
Sosa apuntó a que, la elección de Cálix como presidente de la Junta Directiva del Poder Legislativo tiene la “legalidad”, porque presentó más diputados titulares que la de Redondo apoyada por Castro y donde votaron varios suplentes.
Sumado a esto, en la elección de Cálix, estuvo presente el ministro de Gobernación, Leonel Ayala, lo que, según analistas, le da mayor legitimidad sobre el diputado Redondo.
Por otro lado, hay quienes consideran que, la nueva mandataria, Xiomara Castro, saldrá consolidada de este proceso. El analista y ex diputado de derecha del Partido Nacional (PN), Raúl Pineda, brindó declaraciones en las que afirmó que, «el asunto es naturaleza de política, trascendió lo legal. La señora controlará los recursos económicos del Congreso, las fuerzas de seguridad, mientras (…) el grupo disidente morirá por inercia, solo es cuestión de días».
Asimismo, el exdiputado durante el gobierno de Zelaya, Víctor Meza, detalló en medios de comunicación que, con la actual situación política, Xiomara Castro, saldría fortalecida, porque “va a tener un Congreso leal, que la va a acompañar, requiere un Congreso fuerte para recuperar la institucionalidad, el Estado de Derecho».
Un nuevo giro podría fraguarse en el actual drama político hondureño, y es que, Jorge Cálix, recientemente, dio un paso adelante para supuestamente acabar con el conflicto político, afirmando que “dialoguemos; si es preciso, repitamos la votación. Me someto cuando quieran al escrutinio de los diputados. Si hay dos planillas sometámoslas a votación», propuso el parlamentario.
Con la lupa internacional sobre Honduras, el 27 de enero próximo, Xiomara Castro, tendría que asumir legalmente su cargo como presidenta, en una coyuntura política nacional e internacional incierta para la nación centroamericana.