
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, afirmó que la Unión Europea está diseñando su supuesta estrategia de defensa con el objetivo de prepararse para una guerra contra Rusia en el año 2030.
En un mensaje difundido en sus redes sociales, el mandatario aseguró que “nubes oscuras” se ciernen sobre Europa y que el proceso de rearme impulsado por la Unión Europea tendría como objetivo explícito prepararse para un posible enfrentamiento militar con Moscú.
Orbán argumentó que este horizonte coincide con el plazo previsto para la adhesión acelerada de Ucrania al bloque comunitario; recordando que los tratados de la UE obligan a los Estados miembros a asistir militarmente a cualquier socio que sea atacado, lo que —en su opinión— convertiría automáticamente el ingreso de un país en guerra en una expansión directa del conflicto.
El líder húngaro advirtió que las elecciones parlamentarias de 2026 en su país podrían definir la postura de Hungría frente a estos escenarios. Según él, una decisión equivocada ese año impediría revertir el rumbo en 2030, cuando ya no existiría margen para evitar la escalada. Orbán llamó a quienes “quieren la paz” a respaldar su posición.
Rusia desmiente narrativa europea
Las declaraciones del mandatario tienen lugar en medio de un aumento del discurso militarista en varios países europeos. Como respuesta, el presidente ruso, Vladímir Putin, reiteró que Moscú no tiene intención de atacar a Europa y que está dispuesto a formalizar esa garantía por escrito.
Putin, en ese momento, aseguró que Rusia nunca consideró tal posibilidad, aunque algunos gobiernos europeos intenten presentar otra narrativa.
Asimismo, el líder ruso sostuvo que ciertos líderes europeos utilizan el temor a Rusia para justificar incrementos en el gasto militar y presionar por un refuerzo de las capacidades de defensa del bloque. Consideró esta visión como “una mentira” destinada a manipular a la opinión pública y subrayó que Moscú está abierto a reafirmar su compromiso de no agresión.




