
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, cuestionó a la Unión Europea al asegurar que el bloque “se hunde en corrupción” mientras continúa proclamando una autoridad moral que ya no posee.
En declaraciones a Kossuth Radio, señaló que Bruselas evita confrontar los escándalos que afectan tanto a Ucrania como a sus propias instituciones.
Orbán se refirió al caso de sobornos en el sector energético ucraniano, donde la Oficina Nacional Anticorrupción identificó una red de pagos ilegales que superaría los 100 millones de dólares.
A la par, criticó que la UE atraviese un escándalo interno que involucra al Servicio Europeo de Acción Exterior y al Colegio de Europa por la desviación de fondos destinados a la creación de una academia diplomática.
La UE “arde en llamas”
El primer ministro comparó la situación con “una casa en llamas”, al recordar que las investigaciones en Bruselas han derivado en registros policiales y detenciones. Entre los arrestados figuran la ex jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, el exsecretario del SEAE Stefano Sannino y el funcionario Cesare Zegretti, acusados de fraude, corrupción y conflicto de intereses.
«Y, aun así, Bruselas sigue reclamando la superioridad moral. La corrupción en Ucrania debería ser denunciada por la UE, pero una vez más es la misma vieja historia: Bruselas y Kiev se protegen mutuamente en lugar de afrontar la verdad», advirtió Orbán. Además, aseguró que la crisis no solo afecta a la Comisión Europea, sino también al Parlamento Europeo, donde persisten sospechas sobre la gestión de recursos.
Orbán concluyó que la falta de responsabilidad y el encubrimiento deterioran la credibilidad del bloque en un momento crítico. A su juicio, la UE debería asumir sus fallas antes de seguir reclamando superioridad moral en debates internacionales.




