La industria aeronáutica rusa marcó un avance relevante con la puesta a prueba del segundo avión experimental ruso MS-21, fabricado con componentes 100 % nacionales, en un contexto de sanciones occidentales, informó la Corporación Aeronáutica Unida (OAK).
“En esta aeronave se ha completado con éxito la sustitución de todos los componentes importados clave por sus equivalentes rusos”, destacó la corporación.
Asimismo, la compañía subrayó que la fase actual permitirá comprobar la fiabilidad del sistema de combustible, el arranque de la unidad de potencia auxiliar y los motores principales.
De acuerdo con la información oficial, también se realizarán pruebas de los sistemas y equipos del avión con los motores en funcionamiento. Entre los ensayos previos se verificaron la frecuencia de los sistemas del tren de aterrizaje y el rendimiento del sistema integrado de control.
El MS-21 es un avión comercial de medio alcance diseñado para reemplazar tanto modelos extranjeros como aeronaves nacionales obsoletas, entre ellas los Tu-154 y Tu-204. Está dirigido al segmento más demandado del mercado ruso de transporte de pasajeros, lo que refuerza su importancia estratégica.
La OAK afirmó que el proyecto demuestra la capacidad de Rusia para mantener un progreso sostenido en su industria aeronáutica con base en tecnología y producción nacional.
