El Consejo de Seguridad de la ONU se reunió de emergencia tras los ataques aéreos de Israel, contra instalaciones nucleares iraníes, la sesión fue solicitada por Teherán, que calificó los bombardeos como una “declaración de guerra” y denunció sus consecuencias humanitarias.
De acuerdo con autoridades iraníes, los bombardeos impactaron directamente en el centro de enriquecimiento de uranio de Natanz y en el complejo nuclear de Fordo, entre Teherán y Qom.
Estos ataques dejaron decenas de víctimas incluyendo civiles, niños y mujeres, además de comandantes militares y científicos nucleares, y provocaron daños a la infraestructura de enriquecimiento de uranio.
Desde Moscú, el embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, condenó enérgicamente las acciones de Israel, calificándolas como una “aventura peligrosa e irresponsable” que podría arrastrar a Medio Oriente hacia una “catástrofe nuclear a gran escala”.
El ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, confirmó la suspensión inmediata del diálogo con Estados Unidos, “la agresión del régimen sionista nos obligó a abandonar el camino diplomático”, afirmó el canciller.
La Misión Permanente de Irán ante la ONU advirtió que los ataques israelíes representan una violación grave al derecho internacional, señalando que “equivalen a una declaración de guerra” y justificando la convocatoria al organismo internacional. Frente a la gravedad del conflicto, el Consejo de Seguridad suspendió su agenda inicial y dedicó la sesión exclusivamente a esta crisis.
