El ingreso de Irán a la Organización de Cooperación de Shangái (OCS) constituye un fortalecimiento clave en la construcción de un orden mundial más equilibrado.
La República Islámica de Irán ha ingresado oficialmente a la Organización de Cooperación de Shangái, compuesta ahora por 9 estados miembros.
Por unanimidad, China, India, Kazajistán, Kirguistán, Paquistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán, votaron a favor del ingreso de la nación persa, la cual ya era Estado Observador de dicha organización desde el año 2005.
Durante su discurso, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, destacó que este ingreso comprende una acción estratégica para la nación iraní. “El acceso a los recursos y la infraestructura económica de los Estados miembros de la OCS es una oportunidad valiosa para Irán”, destacó.
La Organización de Cooperación de Shangái ha sido descrita como una de las organizaciones más influyentes en la diplomacia mundial, puesto que sus países albergan a casi la mitad de la población mundial (45%), además de representar la cuarta parte del Producto Interno Bruto mundial.
A juicio del presidente Raisi, la cooperación entre los estados miembros de la OCS puede «abrir una visión clara de un orden regional justo» a los ojos de las naciones del mundo. A esto, recordó que el militarismo y el dominio del dólar han sido las bases del sistema de dominio occidental.
“Por lo tanto, cualquier intento de dar forma a un sistema internacional justo requiere la eliminación de este instrumento de dominio en las relaciones intrarregionales”.
«La Organización de Cooperación de Shanghái, que es un símbolo de esta ‘gran familia de civilizaciones’, se encuentra ahora en una posición que puede establecer nuevos horizontes de convergencia regional y cooperación para la construcción de seguridad», afirmó Raisi.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Hossein Amir Abdollahian, describió la adhesión total del país a la Organización de Cooperación de Shanghai como un paso importante en la política exterior integral de Teherán que está orientada hacia los vecinos y los asiáticos.
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Irán es la economía número 21 más grande del mundo. Además, cuenta con las segundas reservas de gas y la cuarta reserva de petróleo más grandes a nivel mundial.
