Un nuevo crimen de guerra sacude a Gaza, al menos 36 personas, entre ellas 18 niñas y niños, fueron asesinadas este lunes 26 de mayo tras un ataque aéreo israelí contra una escuela-refugio en el norte del enclave.
El centro educativo Fahmi al-Jarjawi, donde se resguardaban familias desplazadas por los bombardeos, fue reducido a escombros sin advertencia previa. Más de 55 heridos se suman al saldo de esta agresión.
Desde la ruptura del alto el fuego ordenado por Netanyahu en marzo, la ofensiva militar israelí ha matado a 3.785 personas más.
Según el Ministerio de Salud de Gaza, desde octubre 2023 el número de muertos supera los 53.900 y los heridos ascienden a casi 123.000.
Gaza se hunde en una catástrofe humanitaria absoluta
La entrada de ayuda sigue siendo mínima y controlada por Israel, que apenas permite el paso de cien camiones diarios, cuando las necesidades superan los quinientos. “Una gota en el océano”, denunció el director de la OMS para los territorios ocupados, quien acusó al régimen de Tel Aviv de bloquear sistemáticamente la asistencia.
Mientras tanto, las calles de Gaza se han transformado en un mar de tiendas de campaña bajo el cielo de los drones.
A este crimen se suma una nueva provocación: el ministro ultraderechista Itamar Ben-Gvir irrumpió en la Explanada de las Mezquitas junto a colonos israelíes en plena celebración del “Día de Jerusalén”.
La comunidad internacional permanece pasiva, mientras la maquinaria de guerra israelí sigue ejecutando el exterminio de un pueblo que resiste en medio de los escombros.
