La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh), condenó los ataques contra trabajadores humanitarios en Gaza, calificándolos como crímenes de guerra.
Jeremy Laurence, portavoz del organismo, reiteró este pronunciamiento en relación con el reciente ataque perpetrado por Israel, en el que asesinó a siete colaboradores de la ONG World Central Kitchen (WCK) en Gaza.
«El derecho internacional exige que todas las partes respeten y protejan al personal de ayuda humanitaria y garanticen su seguridad y libertad de movimiento. Un ataque a personas e instalaciones que prestan asistencia humanitaria puede equipararse a un crimen de guerra», denunció Laurence.
Gaza devastada de forma irreversible
El portavoz destacó la gravedad de la situación, recordando que más de 7,000 palestinos perdieron la vida bajo los escombros de edificios en Gaza. «Grandes áreas de Gaza fueron devastadas y desaparecieron sin dejar rastro. La Franja de Gaza ha sido transformada de manera irreversible», agregó.
En este sentido, la organización World Central Kitchen (WCK), anunció el 2 de abril la suspensión inmediata de sus operaciones humanitarias en Gaza, tras el ataque del Ejército israelí contra un convoy que acababa de entregar 100 toneladas de alimentos en un almacén de Deir al Balah, en el centro del enclave palestino.
El ataque resultó en el asesinato de siete trabajadores humanitarios, incluidas personas de Australia, Palestina, Polonia, el Reino Unido y una persona con doble ciudadanía de EEUU y Canadá.
El Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atribuyó el ataque a «una identificación errónea», aunque la comunidad internacional ha expresado su rechazo por esta agresión.
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Asimismo, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó una resolución que condena varios abusos, incluyendo la táctica de usar el hambre como arma en Gaza.
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La resolución también mostró gran preocupación por las declaraciones de representantes israelíes que podrían interpretarse como incitación al genocidio. El organismo instó a la comunidad internacional a detener la venta y transferencia de armas a Israel, para evitar más violaciones del derecho internacional humanitario.