Ante el aumento de los ataques indiscriminados de Israel en Gaza, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP), suspendió las entregas de alimentos en la zona norte del enclave palestino, lo que prevé una grave hambruna en la región.
«Gaza pende de un hilo y hay que permitir que WFP revierta el camino hacia la hambruna, para miles de personas desesperadamente hambrientas», comunicó el Programa Mundial de Alimentos.
De igual forma, un estudio publicado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, advirtió que «uno de cada seis niños en el norte de Gaza sufre desnutrición aguda».
Aumenta crisis humanitaria en Gaza
Las cifras del organismo internacional muestran que la entrada de camiones de ayuda en el asediado territorio palestino, se ha reducido a menos de la mitad en las últimas dos semanas. Israel, también ha llevado a cabo ataques contra objetivos que pertenecen a las instituciones de ayuda humanitaria.
Los trabajadores humanitarios y de la ONU afirman que los bombardeos y la ofensiva terrestre israelí han obstaculizado la entrada y distribución de ayuda humanitaria, junto con la inseguridad en el terreno, ya que los residentes palestinos, afectados por el hambre, a menudo se abalanzan sobre los camiones en busca de alimentos.
Este debilitamiento de la operación de ayuda amenaza con empeorar la situación en todo el territorio, donde la ofensiva aérea y terrestre de Israel ha causado estragos, con 29,000 palestinos asesinados, barrios enteros destruidos y la mayor parte de la población desplazada.
Puedes leer: Veto de EEUU es una licencia real para que Israel asesine palestinos, advierte Rusia
El norte de Gaza, ha estado aislado desde las incursiones de las tropas israelíes a finales de octubre, bajo un “asedio total” A pesar de los esfuerzos, la ayuda no llega a muchos palestinos que se encuentran en esta situación.
Te puede interesar: Israel y el criminal saqueo en Gaza
Según información recogida por The Wall Street Journal de estudios de la ONU, confirmó que se ha observado una significativa reducción en la cantidad de camiones que están llegando a Gaza en las últimas semanas, exacerbando así la crisis humanitaria en la zona.
