La ONU rechaza el nuevo modelo de distribución controlado por Israel y EEUU

Al menos 36 personas fueron asesinadas y más de 200 resultaron heridas en el centro de la Franja de Gaza, cuando fuerzas israelíes abrieron fuego contra civiles palestinos que se acercaban a un punto de distribución de ayuda, informó el Ministerio de Salud palestino.

Testigos presenciales denunciaron ataques con tanques y drones contra multitudes hambrientas situadas a cientos de metros del área de reparto.

Por su parte, el ejército israelí confirmó, a través de un comunicado que realizó supuestos “disparos de advertencia” y “están al tanto de los informes sobre varios heridos en la zona”.

Los ataques del régimen sionista se extendieron a otras zonas. En el sur, cerca de Rafah, ocho personas fueron asesinadas mientras intentaban acceder a suministros, informó el hospital Nasser.

En el norte, tres personas, incluido un niño, también fueron asesinadas y unas 130 resultaron heridas, en su mayoría por impactos de bala, según el hospital Al-Awda.

En la ciudad de Gaza, tres paramédicos palestinos fueron asesinados en un doble ataque mientras respondían a una explosión inicial.

Aunque la Fundación Humanitaria de Gaza, organización controlada por Israel y Estados Unidos, sostiene que no hay violencia en los puntos de entrega, y ha instado a la población a seguir rutas designadas.

Sin embargo, expertos y organizaciones humanitarias alertan que el bloqueo israelí, sumado a 20 meses de ofensiva militar, ha llevado a la región al borde de la hambruna. Al menos 163 personas han sido asesinadas y casi 1.500 han resultado heridas en incidentes similares cerca de los puntos de distribución, ubicados en áreas restringidas para la prensa independiente.

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que tradicionalmente coordina la distribución humanitaria en Gaza, niega la existencia de desvíos sistemáticos y se opone al nuevo esquema ya que lo considera incompatible con los principios humanitarios, pues otorga a Israel control sobre el acceso y obliga a los palestinos a trasladarse a zonas militarizadas para recibir asistencia.