El 3 de octubre, Israel ejecutó un ataque masivo sobre Beirut, la capital del Líbano, superando en magnitud al bombardeo que resultó en la muerte del líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, lo que ha intensificado aún más el conflicto en la región.
El ejército israelí llevó a cabo 15 bombardeos dirigidos a objetivos del grupo chií Hezbolá en Beirut, incluidos ataques en su centro histórico por segunda vez, informaron las Fuerzas de Defensa de Israel.
Hasta ahora, decenas de personas han sido asesinadas, aunque las autoridades libanesas temen que el número de víctimas sea mayor, mientras los enfrentamientos continúan en la frontera entre ambos países.
Firas Abiad, ministro de Salud del Líbano, confirmó que los bombardeos israelíes han afectado decenas de centros médicos, provocando el asesinato de 97 trabajadores de salud y de emergencias.
Además, Abiad denunció que muchos hospitales han sido directamente atacados, agravando la crisis en el sistema de salud libanés, ya de por sí bajo una enorme presión debido a las múltiples crisis que enfrenta el país.
Puedes leer: Israel bombardea a Líbano con bombas de fósforo blanco
El ministro de salud también rechazó las acusaciones israelíes de que se almacenan armas en hospitales, calificándolas de infundadas.
Desde el 23 de septiembre, Israel ha intensificado sus ataques aéreos sobre el Líbano en una escalada peligrosa con Hezbolá.
Te puede interesar: Sudáfrica expone crímenes de Israel en Gaza
A partir del 8 de octubre de 2023, se han producido enfrentamientos entre el grupo chií y el ejército israelí en la frontera entre el Líbano e Israel, lo que ha intensificado los temores de una escalada del conflicto, en medio de la guerra entre Hamás e Israel en la Franja de Gaza.