Israel intensificó su ofensiva militar en la Franja de Gaza, acompañada de nuevas órdenes de desplazamiento forzado en zonas densamente pobladas del norte, como Beit Hanoun y Beit Lahiya.
La ONU ha reiterado que estas “evacuaciones” equivalen a una política de expulsión sistemática de la población palestina, bajo el pretexto de seguridad, mientras continúan los bombardeos indiscriminados.
En solo 24 horas, al menos 42 personas fueron asesinadas y 183 resultaron heridas, según el Ministerio de Salud gazatí.
Entre los fallecidos se encuentran el periodista palestino Mohammed Saleh al-Bardawil, su esposa y sus tres hijos, tras un ataque directo contra su vivienda. La Defensa Civil continúa recuperando cadáveres de los escombros, en medio de un colapso humanitario sin precedentes.
A pesar del creciente número de víctimas civiles, el Ejército israelí justifica sus operaciones como una “advertencia final” a los habitantes para que se trasladen a zonas aún más hacinadas, como Gaza capital.
Mientras tanto, las sirenas se activaron en comunidades israelíes cercanas a la frontera tras un lanzamiento de cohetes atribuido a la Yihad Islámica, que respondió a la agresión con fuego limitado.
Israel rompe tregua y Gaza supera los 61,000 muertos
El gobierno de Netanyahu presiona con una nueva propuesta de tregua condicionada a la entrega de rehenes, ofreciendo un cese de fuego de hasta 50 días.
Sin embargo, Hamás ya había aceptado una propuesta intermedia con mediación de Qatar y Egipto, que Israel ha rechazado parcialmente, manteniendo su línea de ataque continuo y su discurso de “erradicación total” del grupo.
Desde el inicio de la guerra en octubre de 2023, más de 61.709 personas han sido asesinadas en Gaza, en su mayoría mujeres, niños y civiles, según cifras del Ministerio de Salud local.
La tregua acordada en enero fue rota unilateralmente por Israel el pasado 18 de marzo, lo que demuestra su desinterés en una solución pacífica y su preferencia por la vía militar, pese a la condena internacional.