En la Franja de Gaza, donde los misiles lanzados por Israel contra civiles palestinos causan sufrimiento y dolor a la población. Al mismo tiempo, grandes consorcios armamentistas, principalmente en los Estados Unidos, obtienen beneficios económicos sustanciales de la producción y venta de armas para la guerra.
Empresas como Lockheed Martin y Northrop Grumman, se especializan en la fabricación de misiles y tecnología militar de última generación. En el caso de Israel, el país se destaca por su avanzada industria de defensa, con empresas como Israel Aerospace Industries y Rafael Advanced Defense Systems, que producen armas y sistemas de defensa.
Estas empresas contribuyen significativamente a la economía israelí, representando una parte importante de su Producto Interno Bruto. Esta situación resalta la estrecha relación entre la industria armamentista y la geopolítica, donde la guerra puede tener un impacto significativo en la economía de los países involucrados.