A un año de la Operación Militar Especial de Rusia en Ucrania, el bombardeo mediático de noticias falsas que ha hecho Occidente, no ha parado, en su intento por desarrollar, en paralelo, una guerra comunicacional.
Las ‘Fake News’, desmentidas por distintos analistas, han sido parte de las municiones que Estados Unidos y países de la Unión Europea, usan a diario para instalar sus propias narrativas y matrices de opinión sobre el conflicto.
Una de las más recientes noticias falsas, fue la de un supuesto “secuestro de niños ucranianos por parte de Rusia”. Sin embargo, los medios occidentales, no pudieron emitir ningún tipo de pruebas sobre estos hechos.
De acuerdo a la agencia informativa Sputnik, las noticias que circulan sobre este caso, fueron difundidas en base a un reporte emitido por la Universidad de Yale, y bajo un programa financiado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
La Matanza de Bucha y violaciones masivas
Otra de las mentiras, fue la controversial ‘Matanza de Bucha’. Rusia ha evidenciado que se trata de una de las más grandes mentiras mediáticas, fabricadas por Ucrania y promovida por sus aliados, en medios de comunicación y organismos internacionales alineados a intereses occidentales.
Sobre este fake, se conoce que el régimen de Kiev, llegó a acusar a militares de Rusia, por haber realizado ejecuciones y matanzas de civiles en esa ciudad, sin embargo, todo se trataba de un montaje.
Medios rusos, informaron que, para fabricar esta mentira, Fuerzas Especiales de Ucrania bombardearon la ciudad de Bucha, durante dos o tres días. En abril de 2022, se registra el ataque con misil contra Kramatorsk. La tragedia de ese momento se da al caer un misil balístico táctico sobre una estación de trenes, en esa ciudad.
El evento mató a 50 personas, e inmediatamente, los medios occidentales, se lo atribuyeron a Rusia. Luego, las pruebas determinarían que los militares ucranianos lanzaron el misil.
Otro fake, fabricado por Occidente, ha sido las supuestas violaciones en masas por parte de los soldados rusos en Ucrania.
Quien acusó sobre este hecho fue Liudmila Denísova, que fungía como encargada de Derechos Humanos del Parlamento ucraniano, y quien, entonces, llegó a afirmar que, los militares rusos habían violado a una bebé.
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Semanas después, la funcionaria fue despedida por el Gobierno, porque sus presuntas pruebas, resultaron llamadas telefónicas fantasmas.
Las mentiras siguieron. En noviembre de 2022, un misil de la defensa antiaérea de Ucrania, cayó sobre Polonia, matando a dos granjeros. Nuevamente, el gobierno de Zelenski, mintió que se trataba de un misil ruso.
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Horas después, Estados Unidos y Polonia, tuvieron que reconocer que se trataba de un misil de Ucrania, que se había desviado de forma trágica.