
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que su país no aceptará imposiciones externas ni proyectos de dominación extranjera, al denunciar intentos de promover un cambio de Poder Ejecutivo para instalar un Gobierno subordinado a intereses foráneos.
Sus declaraciones se producen tras pronunciamientos del presidente estadounidense Donald Trump, que, según el mandatario, evidencian aspiraciones de control sobre los recursos estratégicos venezolanos.
Maduro calificó esas posturas como una pretensión “guerrerista y colonialista”, al sostener que buscan vulnerar la soberanía nacional y apropiarse del petróleo, las tierras y otras riquezas del país.
Al destacar la defensa de la soberanía y del derecho a existir de una República y de todo un continente, Nicolás Maduro sostuvo que “Venezuela no será colonia de nadie”.
“Es ilegal de acuerdo con todos los acuerdos impedir el libre comercio naval en los mares y océanos del mundo. No es tiempo de corsarios. Venezuela seguirá comercializando todos sus productos. Seguirá el comercio de nuestro petróleo y nuestras riquezas naturales que pertenecen a su único dueño legitimo por los siglos: el soberano pueblo de venezolano. Es el dueño absoluto de todas sus riquezas”, afirmó.
El jefe de Estado advirtió que cualquier intento de obstaculizar el comercio marítimo internacional contraviene normas y acuerdos vigentes, y afirmó que Venezuela seguirá ejerciendo su derecho al intercambio económico sin tutelajes externos.
Aseguró, además, que la nación defiende no solo su independencia, sino el derecho de existencia de la República y la estabilidad de toda la región.
Maduro indicó que diversos pueblos de América Latina han alzado su voz frente a la escalada de tensiones y recordó que expuso esta situación ante el secretario general de la ONU, António Guterres.
Reafirmó que Venezuela cuenta con el respaldo internacional para exigir respeto al derecho internacional y frenar acciones que calificó de ilegales y desproporcionadas.




