Según autoridades de Myanmar hay unas 270 personas desaparecidas tras el terremoto del 28 de marzo.

El pasado 28 de marzo, un potente terremoto de magnitud 7,7 sacudió Myanmar dejando, hasta el momento, un saldo trágico de 2.056 muertos, alrededor de 3.900 heridos y unas 270 personas desaparecidas, según informaron las Autoridades de Gestión de Desastres.

Por otro lado, en Tailandia, donde también se sintió el sismo, se han registrado 19 muertos y más de 70 desaparecidos, que siguen en la búsqueda, así como en las áreas de Naipyidó y Mandalay, donde continúan las operaciones de rescate.

En un comunicado, el Gobierno de Unidad Nacional (NUG) destacó que persisten problemas de electricidad, transporte e internet, complicando los esfuerzos de emergencia.

La junta militar de Myanmar declaró una semana de luto nacional por las víctimas del terremoto. Por su parte, el vicegobernador de la capital tailandesa, Tavida Kamolvej, mencionó que los rescatistas trabajan sin descanso en una zona donde detectaron señales de vida: “Tenemos que acelerar. No vamos a detenernos ni siquiera después de 72 horas», afirmó.

La ONU, en su evaluación del desastre, indicó mediante un comunicado que: » la destrucción es generalizada; los hospitales están desbordados y miles de personas han dormido a la intemperie”.  

Mientras tanto, China, Rusia, EEUU, Vietnam, Corea del Sur, Malasia, Singapur y Japón han enviado ayuda con equipos de rescate y suministros, para apoyar los esfuerzos en las zonas afectadas.

«No importa cuánto tiempo trabajemos. Lo más importante es que podemos llevar esperanza a la población local», declaró Yue Xin, jefe del equipo de búsqueda y rescate de China.