Los primeros ministros de Canadá, Nueva Zelanda y Australia, junto con Irlanda, España y Rusia, expresaron su rechazo a una escalada de la ofensiva militar de Israel contra Rafah, al sur de la Franja de Gaza.
“Estamos seriamente preocupados por los indicios de que Israel está planeando una ofensiva terrestre contra Rafah. Una operación militar en Rafah sería catastrófica», señalaron en una declaración conjunta los mandatarios: Justin Trudeau (Canadá), Cristopher Luxon (Nueva Zelanda), y Anthony Albanese (Australia).
Asimismo, los políticos de estos países instan al gobierno israelí a abstenerse de seguir este curso de acción, enfatizando que los civiles no tienen alternativas viables. Sin embargo, realizaron un llamado al cese unilateral de hostilidades, señalando que el movimiento palestino Hamás debe deponer las armas.
Otras naciones se pronuncian
En este sentido, se prevén consecuencias catastróficas que una operación militar masiva en Rafah tendría, para los aproximadamente 1.5 millones de civiles refugiados en la zona, exacerbando aún más la ya grave situación humanitaria en Gaza.
Los primeros ministros de España e Irlanda han solicitado a la Comisión Europea una revisión urgente del acuerdo UE-Israel en vista de la escalada de la guerra en Gaza y la agudización de la crisis humanitaria.
En una carta dirigida a Ursula von der Leyen, expresaron «serias preocupaciones» sobre la campaña militar israelí y posibles violaciones de los derechos humanos y el derecho internacional, haciendo referencia a recientes resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y la sentencia de la Corte Internacional de Justicia.
Entre los Estados miembros de la Unión Europea, España e Irlanda, junto con Bélgica, se han visto como voces críticas del gobierno israelí dirigido por Benjamín Netanyahu.
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En ese contexto, el viceministro de Exteriores de Rusia, Mijaíl Bogdánov, expresó el rechazo del gobierno ruso ante las intenciones de Israel de llevar a cabo bombardeos masivos en la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza.
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Bogdánov enfatizó que «estas acciones son valoradas extremadamente negativas por Rusia», reiterando el llamado del país a un alto el fuego para abordar los problemas humanitarios en la región, considerando la continuación de las hostilidades como una catástrofe y las pérdidas civiles como «una tragedia».
