La mano protésica, Mia Hand, revoluciona los avances en biomedicina y robótica con Inteligencia Artificial, transformando la vida de quienes han sufrido una amputación de sus extremidades, al conectarse con huesos, músculos y nervios cuenta con un 95 % de éxito.
«Controlo mejor mi prótesis, pero sobre todo mi dolor ha disminuido», expresó la mujer de 50 años de edad que mantiene su nombre en anonimato, y en quien se realizaron las pruebas de la prótesis. La paciente, asemejó el “insoportable dolor fantasma” que sentía, a como si su mano estuviera puesta en una picadora de carne.
Mia Hand, hombre-máquina
La novedosa tecnología que conecta de forma directa los huesos, músculos y nervios del paciente, desarrolló un mecanismo hombre-máquina en el que la Inteligencia Artificial transforma las indicaciones cerebrales en movimientos exactos y simples. De esta forma, permite a la paciente “un sentido del tacto limitado y puede mover individualmente sus cinco dedos biónicos”.
Este avance biomédico fue impulsado por la empresa italiana experta en soluciones robóticas y biomédicas, Prensilia. Además, el proyecto fue financiado por la Comisión Europea, que junto a los científicos implicados lograron tener un amplio éxito.
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El desarrollo de Mia Hand fue coordinado por, Max Ortiz Catalán, ingeniero en robótica, que se llevó a cabo en el Centro de Investigación en Biónica y Dolor de Suecia y en el Instituto de Biónica de Melbourne ubicado en Australia.
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Sobre el avance científico, Ortiz detalló gracias a esta integración se puede unir el miembro artificial directamente al esqueleto: «El hecho de que (la paciente) haya podido utilizar su prótesis de forma cómoda y eficaz en sus actividades cotidianas durante años es un testimonio prometedor de la capacidad de esta novedosa tecnología para cambiar la vida de las personas que se enfrentan a la pérdida de una extremidad».
