El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia informó que la economía de la Unión Europea ha acumulado pérdidas de hasta 1,6 billones de euros entre 2022 y 2025 como resultado directo de las sanciones impuestas contra Moscú.
En un comunicado, la Cancillería señaló que estas medidas que se fraguaron para afectar la economía de Rusia, generan un fuerte daño en los propios países que las aplican.
Según el organismo, las restricciones unilaterales adoptadas por Bruselas han golpeado sectores clave del bloque europeo, reduciendo su competitividad y profundizando la crisis energética y productiva surgida tras el inicio de las medidas punitivas.
El impacto estimado equivale a 1,8 billones de dólares, cifra que —según Moscú— evidencia la ineficacia de esta estrategia.
Sanciones representan acciones neocolonialistas
La diplomacia rusa argumentó que las sanciones forman parte de un enfoque que califica de neocolonialista, orientado a limitar el desarrollo de actores que no se alinean con las prioridades occidentales. Afirmó además que tales medidas generan efectos contraproducentes, debilitando a quienes buscan ejercer presión económica.
En su declaración, el Ministerio destacó que Rusia continuará trabajando con países que denomina “la mayoría mundial responsable” para contrarrestar estas políticas coercitivas. La entidad defendió la necesidad de avanzar hacia un orden internacional multipolar que, a su juicio, garantice relaciones más equilibradas y respetuosas entre los Estados. Moscú considera que este escenario global en transformación acelerará la creación de una arquitectura económica más justa, en la que —según insiste— no prevalezcan mecanismos de presión unilateral. Por ello, reiteró su rechazo a las sanciones y su compromiso con fortalecer alianzas alternativas ante las tensiones con la Unión Europea.
