Nicaragua ha tenido un desarrollo impresionante en su lucha contra la pobreza, en los últimos trece años. Durante este tiempo, el Gobierno nicaragüense ha venido implementando un efectivo Plan de Lucha contra la Pobreza, el cual ha tenido efectos extraordinarios.
De 1998 al 2007, la Pobreza extrema en la nación centroamericana, se cuantificaba en un 48 %, sin embargo, con la gestión del actual Gobierno, la pobreza general decreció 23.1 puntos en 2016, pasando de más del 40% a un 24.9%.
Pero los pronósticos van mucho más allá… este país, con el fin de dar continuidad a ese plan, lo ha relanzado con innovadoras estrategias que prevé implementar en el periodo 2022-2026.
Ejes estratégicos contra la pobreza
¿Cuáles son los ejes estratégicos planteados para seguir cambiando Nicaragua?
Uno de las estrategias claves, es continuar manteniendo la Estabilidad macroeconómica, un manejo prudente de las finanzas públicas y crecimiento económico sostenido y sostenible, que propicie más empleo y trabajo.
Para cumplir con este objetivo, el gobierno procura alcanzar tasas de crecimiento económico sostenido y una baja inflación. En este sentido, el país apunta a concentrar sus esfuerzos en su política fiscal.
El Plan de Lucha Contra la Pobreza, también está dirigido al desarrollo de talentos humanos, generando mayor educación inclusiva y equitativa; construcción de infraestructura escolar, educación técnica y tecnológica, así como el uso de la digitalización.
A su vez, se estarían consolidando los bienes y servicios públicos, dentro de los principales ejes se perfila el continuar fortaleciendo la red hospitalaria, llegando a 94 hospitales en buen estado y equipados; logrando incrementar la cobertura de atención especializada, emergencia y consultas externas.
Costa Caribe, zona especial de desarrollo
Durante el período 2022-2006, Nicaragua espera seguir trabajando en la implementación de políticas de género y políticas de atención a la juventud, consolidando su protagonismo en diferentes ámbitos.
De igual manera, se potenciará la producción en el campo y la agroindustria.
Es decir, que la política productiva continuará siendo una prioridad, garantizando la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición de todas y todos.
Se han planificado programas de viviendas familiares y dignas, incluyendo subsidios, así como la ampliación de una Red Nacional de ciudades creativas, caminos rurales, calles para el pueblo e infraestructura deportiva y recreativa.
El Plan de Lucha contra la Pobreza, va mucho más allá, incluyendo el desarrollo para la Costa Caribe, como una zona especial de desarrollo humano y socioeconómico; particularmente el ordenamiento territorial y el fomento de la economía familiar, rural y urbana.