Nicaragua rechazó toda injerencia externa y las amenazas que pongan en riesgo la soberanía de América Latina y el Caribe, durante la reunión de Cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), convocada por la Presidencia Pro Tempore.
Los Copresidentes de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo “reiteran y de manera firme y decisiva el apoyo inequívoco” al “respeto a la soberanía de nuestros Estados, el respeto a la igualdad soberana, la no injerencia en los asuntos internos”, precisó el represente de la nación centroamericana.
“Rechazamos cualquier injerencia en los asuntos internos, rechazamos cualquier maniobra, cualquier amenaza del uso de la fuerza que venga a atentar contra la proclamación de América Latina y el Caribe como una zona de paz”, precisó.
La representación nicaragüense advirtió que cualquier intento de desestabilización en un país afecta a toda la región: “Hoy puede ser un país, pero mañana pueden ser nuestros países”.
En ese contexto, el país latinoamericano hizo un llamado a fortalecer la unidad dentro de la CELAC, afirmando que América Latina y el Caribe debe preservarse como una zona de paz y tranquilidad, libre de presiones y maniobras externas que comprometan su estabilidad.
La reunión extraordinaria de la CELAC fue convocada en respuesta al despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, frente a las costas venezolanas, que incluye buques de guerra, destructores, un crucero lanzamisiles, un submarino de ataque, más de 4,000 marinos y aviones espía, bajo el supuesto argumento de combatir cárteles narcotraficantes.