En el mundo actual existe el debate sobre si tener hijos es beneficioso o perjudicial para la raza humana, un tema que ha ganado una relevancia sin precedentes. Por un lado, se plantea la preocupación sobre el aumento insostenible de la población y su contribución a los desafíos ambientales, mientras por otra parte, se defiende la importancia de la continuidad de la especie humana.
Este debate se ha vuelto especialmente complejo, ya que las perspectivas religiosas tradicionales sobre la procreación y la familia chocan con las actitudes cambiantes de las nuevas generaciones, que a menudo ven la maternidad o la paternidad desde una perspectiva diferente.
Existen varios factores están contribuyendo a la disminución de las tasas de natalidad en algunos países, como Corea del Sur, Singapur, Italia, Puerto Rico y España. La presión económica y laboral, la falta de políticas de apoyo a la maternidad y una cultura que valora la educación y la carrera profesional son algunos de los factores que abonan a esta crisis demográfica.