Nora, la anciana chilena que conmovió a su país, a sus 81 años trabaja vendiendo dulces en la calles de Santiago, capital de Chile para ayudar a su hija de 51 años que tiene una discapacidad; ya que su pensión es demasiado baja.
Nora, la anciana chilena que conmovió a su país, a sus 81 años trabaja vendiendo dulces en la calles de Santiago, capital de Chile para ayudar a su hija de 51 años que tiene una discapacidad; ya que su pensión es demasiado baja.