Los obispos de la Iglesia Católica de Bolivia, tendrían que comparecer ante la justicia, para declarar sobre el caso del golpe de Estado de 2019, esto por haber participado en reuniones privadas con grupos opositores que apoyaban a la expresidenta de facto, Jeanine Añez, argumentó la Procuraduría General del Estado (PGE) de ese país.
Asimismo, activistas de derechos humanos de Boliovia, exigen que el Ministerio Público inicien una investigación sobre el involucramiento de líderes de la Iglesia Católica, en las masacres de Sacaba, Cochabamba, Senkata y El Alto, que dejó 10 personas asesinadas y decenas de heridos.
David Inca, activista de la Asociación de Víctimas, advirtió en declaraciones al medio informativo Wara TV que “se le pedirá que (la Fiscalía) investigue a la jerarquía de la Iglesia Católica en calidad de autor mediato, no como autor intelectual, material, cómplice o encubridor, sino como autor mediato”, sobre las acciones violentas ejecutadas en las localidades señaladas.
En ese sentido, Inca, afirmó que los jerarcas católicos, participaron en reuniones conspirativas, “donde se ha decidido la vida o la muerte de ciudadanos, de hermanos en Cristo”.
De acuerdo a registros, el 11 de noviembre de 2019, la cúpula de la Iglesia Católica sostuvo encuentros cerrados, con activistas políticos de oposición, en la Universidad Católica Boliviana.
Medios locales reportan que, entre los religiosos de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), estarían declarando Aurelio Pesoa Ribera, quien era entonces secretario general de esa entidad; monseñor Giovani Arana, entonces obispo auxiliar de El Alto y el padre Fuentes Cano.
La Procuraduría de la nación sudamericana, hizo la solicitud legal a los miembros de la Iglesia Católica, tomando en cuenta que no tienen ningún fuero especial para no declarar como testigos en este caso.
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«Hemos solicitado que declararen miembros de la Iglesia Católica, nadie puede negar que, en las jornadas del golpe de Estado, las reuniones se dieron en la Universidad Católica, en La Paz”, confirmó el procurador Wilfredo Chávez.
El funcionario precisó que la investigación penal va en la búsqueda de elementos, y en este sentido los obispos están llamados a declarar para contribuir a esclarecer los hechos que suscitaron este golpe de Estado.
“Han hecho una victimización mediática indicando que se trata de una persecución política. Que su conciencia los haga culpables, es su problema, ellos declararán como testigos y lo tienen que hacer», afirmó el procurador.
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Durante una entrevista brindada a la cadena Telesur, el teólogo Alejandro Dausá, detalló que, durante las revueltas en 2019, en Bolivia, los opositores, utilizaron una “potente simbología religiosa”.
“Convocaron a concentraciones multitudinarias en un espacio físico muy conocido en Santa Cruz de la Sierra, donde hay una imagen tradicional muy grande de Cristo, y un altar donde estuvo el papa Francisco cuando visitó Santa Cruz”, precisó el experto, asegurando que los opositores se “aprovecharon de los sentimientos religiosos de los bolivianos”, para impulsar el golpe de Estado.