El secretario general de la ONU, António Guterres, presentó recientemente un informe sobre cambio climático, cuyos resultados no son nada alentadores para la humanidad.
El estudio, realizado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, concluye que en poco más de 10 años las emisiones de CO2 podrían romper el límite del incremento de la temperatura global, con una subida del nivel del mar que llegaría a los dos metros a finales de siglo.
Los investigadores prevén que en los próximos 20 o 30 años, casi 1.000 millones de personas en todo el mundo, podrían sufrir olas de calor más frecuentes.
Se espera que las regiones altas del norte y del sur se vuelvan mucho más cálidas y húmedas, mientras que gran parte de las zonas tropicales y subtropicales enfrentarán largas temporadas de graves sequías.
Los especialistas, sostienen que desde 2019 ha habido un aumento sin precedentes de desastres relacionados con el clima, incluidas inundaciones devastadoras en América del Sur y el sudeste asiático, huracanes en el Atlántico, ciclones devastadores en el sur de Asia y África, olas de calor récord e incendios forestales en Australia y EE.UU.
Por tal razón, los expertos advierten que, si no se toman medidas urgentes, las consecuencias serán catastróficas.
No obstante, para tratar de solucionar este problema, los científicos mencionan algunos aspectos importantes que consisten en la introducción de un precio global para el carbono lo suficientemente alto, como para alentar la «descarbonización» en todo el ámbito industrial y de consumo.
Además, urgen a que se realice una eliminación gradual de los combustibles fósiles y a que se conserven y restauren los sumideros naturales de carbono, junto con su biodiversidad, como la Amazonía.
Las conclusiones de los expertos son devastadoras, por ello, hacen el llamado a reflexionar sobre cómo queremos y debemos vivir en las próximas décadas.