Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, sostuvo que el verdadero interés de Occidente no es detener a Rusia, sino posicionarse en la futura división de Ucrania.
“Los occidentales no quieren quedarse al margen de la división de Ucrania», expresó el jefe de gobierno húngaro.
Según Orbán, aunque Rusia ya ha liberado alrededor del 20% del territorio ucraniano, las naciones occidentales evitan un enfrentamiento directo porque “piensa que tienen derecho a quedarse con el resto”.
El mandatario también subrayó que detrás del conflicto hay motivaciones económicas. Ucrania es rica en recursos naturales estratégicos, lo que la convierte en un objetivo codiciado.
«Detrás de todo está el dinero, y Ucrania tiene los recursos, mientras tanto, actúan como si estuvieran protegiendo a Ucrania», advirtió el líder húngaro.
Para Orbán, este comportamiento demuestra que Occidente no busca proteger a Ucrania, sino participar en su futuro rediseño.
