Distintas Organizaciones en República Dominicana denuncian acciones de desestabilización que cuestionan los comicios presidenciales en Venezuela.
Distintas Organizaciones en República Dominicana denuncian acciones de desestabilización que cuestionan los comicios presidenciales en Venezuela.

Dirigentes de organizaciones en República Dominicana rechazaron el sabotaje ejecutado por opositores en Venezuela, al desconocer los resultados electorales emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) que dieron la victoria al presidente, Nicolás Maduro.

Asimismo, demostraron su apoyo al presidente reelecto de Venezuela, quien se alzó con el triunfo en las Elecciones Presidenciales con más del 51 % de los votos, de acuerdo a datos oficiales.

“El pueblo bolivariano de Venezuela decidió, ratificar mayoritariamente a Nicolás Maduro, como su presidente constitucional. Deben permitir que el pueblo venezolano decida su propio destino”, expresó la dirigente de Patria Para Todos.

En ese sentido, criticaron que la oposición esté acusando de fraude sin evidencias, de manera similar a lo que ha sucedido en procesos electorales anteriores. De igual manera, condenaron los esfuerzos de gobiernos como los de Estados Unidos y Argentina por socavar la victoria del presidente venezolano.

CNE confirma victoria de Maduro con el 96,87% de actas procesadas

En el segundo boletín de resultados de las Elecciones Presidenciales de Venezuela, emitido por el Consejo Nacional Electoral se confirmó la victoria del mandatario, Nicolás Maduro, con un 51,95 % de los votos del 96.87 % de las actas procesadas.

Puedes leer: Fuerza Armada de Venezuela rechaza acciones violentas de opositores

El presidente del CNE, Elvis Amoroso, detalló que con el 96,87 % de las actas procesadas, Maduro ha recibido 6.408.844 votos, equivalentes al 51,95 % del total emitido; mientras el opositor, Edmundo González, logró 5.326.104 votos, que representan el 43,18 %.

Te puede interesar: «Fraude», el plan para crear caos en Venezuela

Amoroso denunció que ciberataques de gran escala, originados en múltiples puntos del globo, comprometieron la seguridad de los sistemas del Poder Electoral y las principales empresas de telecomunicaciones, generando retrasos en la transmisión de datos electorales.