Cierre de pasos fronterizos, bloqueos de tránsito y manifestaciones. La tensión entre Kosovo y Serbia continúa en aumento, mientras las amenazas de intervención directa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), agudiza el conflicto entre ambos países europeos.
Conflicto entre Kosovo y Serbia se agudiza
Las nuevas medidas implementadas por Pristina, la capital kosovar, promueve una escalada en las tensiones. Y en medio de este contexto, el secretario de la OTAN, Jens Stoltenberg, amenazó afirmando que, la Fuerza Internacional de Seguridad para Kosovo (KFOR), liderado por ese organismo, se encuentra “lista para intervenir si es necesario”.
KFOR es considerada una fuerza militar multinacional creada, organizada y entrenada por la OTAN y que ingresó a Kosovo desde 1999.
Stoltenberg, advirtió de manera categórica que las acciones de la OTAN “serán proporcionadas y medidas, pero también serán claras. Haremos todo lo que haga falta para evitar una escalada y para asegurar la libertad y la seguridad de todas las comunidades en Kosovo”.
Las autoridades de Kosovo cerraron dos pasos de cruce en la frontera con Serbia, con el pretexto de las recientes protestas por las nuevas leyes aprobadas para prohibir las identificaciones y matrículas de vehículos serbios, imponiendo el uso exclusivo de documentos de identidad y patentes kosovares.
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Entre las ordenanzas se distingue y detalla que las personas que entren a Kosovo con identificación serbia, recibirían documentos temporales válidos por 90 días, al igual que las placas de vehículos serbios en zona kosovar que debían ser sustituidos por placas oficiales de Kosovo.
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Las manifestaciones de los ciudadanos serbios ante esta reforma, llevó a la movilización de la policía kosovar, al punto de suspender la aplicación de la medida durante un mes, en busca de llegar a un diálogo por ambas partes y regresar a la relativa normalidad.