El Ministerio de Relaciones Exteriores de Palestina condenó el despliegue de tanques israelíes en las proximidades de Yenín, en el norte de Cisjordania.
Esta medida es vista como un aumento de la violencia contra los palestinos, lo que agrava la situación en la región. Además, se considera una amenaza directa a los derechos de la población palestina.
Por otro lado, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, intentó justificar la acción militar, asegurando que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están eliminando «nidos de terrorismo».
Asimismo, Katz indicó que las tropas israelíes permanecerán en los campos de refugiados de Yenín, Tulkarem y Nur Shams durante al menos un año, lo que impedirá el regreso de más de 40,000 palestinos desplazados forzosamente.
❗️Por primera vez en dos décadas, el régimen del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, desplegó tanques en Cisjordania, iniciando una ofensiva que ha desplazado a 40.000 palestinos y causado al menos 51 muertes, según la ONU. pic.twitter.com/OclWBpCmXV
— JP+ (@jpmasespanol) February 24, 2025
Israel aplica una política de genocidio
En respuesta, las autoridades palestinas criticaron tanto las declaraciones de Katz como el uso de los tanques, subrayando en su comunicado que “se trata de un esfuerzo evidente para consolidar una política de genocidio y desplazamiento contra una población desarmada”.
Ante esta situación, el gobierno palestino pidió una intervención internacional inmediata para detener las agresiones israelíes. Asimismo, enfatizaron la necesidad de respetar los acuerdos internacionales y el derecho de los palestinos a vivir en sus tierras sin ser desplazados.