Balance militar revela potencial destructivo ante creciente tensión regional

Un análisis reciente de The Military Balance 2023, elaborado por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), pone bajo la lupa las capacidades militares de Israel e Irán.

El informe detalla el músculo bélico de ambas naciones, cuyas disputas podrían reconfigurar el equilibrio geopolítico en la región.

Irán mantiene el programa de misiles más amplio y variado de Medio Oriente, con más de 3.000 misiles balísticos, según el Comando Central de EEUU.

En cuanto a personal activo, Irán domina con más de 610,000 efectivos y 350,000 reservistas, una cifra considerablemente mayor que los 169,500 soldados activos y 465,000 en reserva que despliega Israel.

La supremacía aérea es una ventaja para Israel, que opera 345 aeronaves de combate, en comparación con las 312 de Irán, a las que se suman 23 más bajo el mando del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.

Además, Israel mantiene una defensa antimisiles de última generación con sistemas como Cúpula de Hierro, David’s Sling y Arrow, mientras que Irán responde con los Bavar-373, S-300 y Khordad.

En el ámbito terrestre, Teherán destaca por una abrumadora capacidad de fuego, con más de 6,798 unidades de artillería, muy por encima de las 530 que posee Tel Aviv.

Irán aventaja a Israel en helicópteros de ataque con 57 aeronaves, lo que refuerza su capacidad de respaldo aéreo, en cambio Israel cuenta con 43.

La ventaja naval también se inclina hacia Irán, que opera 17 submarinos, consolidando su influencia marítima en el Golfo Pérsico y el mar de Omán. Israel, por su parte, posee 5 sumergibles además, la armada iraní cuenta con alrededor de 220 barcos, mientras que la israelí tiene unos 60.

El informe del SIPRI subraya así un escenario de disuasión mutua, donde la tecnología y el volumen bélico podrían decidir el curso de un eventual conflicto.