En Estados Unidos ha crecido un gran descontento por las políticas arancelarias y la guerra comercial que impulsa la administración del presidente Donald Trump, revela una reciente encuesta realizada por la empresa Harris Poll para Bloomberg.
El 56% de los participantes en el sondeo opinó que su situación económica actual sería más favorable si no se hubieran implementado estas tarifas comerciales.
Además, el 69% de los encuestados teme que las políticas proteccionistas deriven en un aumento de precios en bienes de consumo esenciales. Esta preocupación se amplifica ante el temor generalizado a una inflación prolongada, atribuida a los aranceles establecidos.
Aranceles perjudican a estadounidenses
El estudio también arroja que los encuestados consideran que los aranceles perjudican directamente al bolsillo del consumidor promedio.
Solo un 23% cree que estas medidas benefician a los trabajadores estadounidenses, lo que evidencia una fractura en la narrativa oficial defendida por Trump.
De igual modo, una mayoría significativa identifica efectos negativos, tanto en la producción como en la competitividad internacional de Estados Unidos.
Este panorama sugiere que, lejos de fortalecer la economía, la política arancelaria de Trump ha minado la confianza de los ciudadanos. La encuesta ofrece un reflejo claro del desencanto popular.
En tanto se desarrollan las negociaciones arancelarias de Trump, muchos consumidores estadounidenses están optando por reducir sus gastos de forma preventiva, ante una posible alza de precios que podrían afectar sus presupuestos.