Cada 9 de mayo, se conmemora el Día de la Victoria, fecha en la que la Alemania nazi firmó su rendición incondicional en 1945 ante la Unión Soviética, poniendo fin al conflicto más sangriento en suelo europeo.
Esta fecha, de gran carga simbólica, honra el esfuerzo de millones de soldados soviéticos que lucharon en la Gran Guerra Patria, como se le conoce en la región al frente oriental de la Segunda Guerra Mundial.
La guerra comenzó para la URSS el 22 de junio de 1941, cuando Hitler lanzó un ataque sorpresa sin declaración formal.
Alemania tenía sus aliados —Italia, Hungría, Rumanía y Finlandia— que participaron en la invasión, enfrentando una férrea defensa soviética que terminaría por revertir el curso de la Segunda Guerra Mundial.
Hechos como la resistencia en la fortaleza de Brest por más de un mes, el fracaso del avance nazi sobre Moscú, y la brutal batalla de Stalingrado (1942-1943), demostraron la capacidad del Ejército Rojo para contener y derrotar al invasor.
A ello se suma el cerco de Leningrado, que duró 872 días y costó 1,5 millones de vidas.
La batalla de Kursk, con más de 6.200 tanques enfrentados, fue la mayor confrontación blindada de la historia y consolidó la ventaja soviética.
En total, se estima que 26,6 millones de ciudadanos soviéticos murieron en el conflicto, un precio altísimo que refuerza la carga histórica del 9 de mayo.
Con la rendición del Tercer Reich, el Ejército Rojo liberó a 113 millones de europeos del yugo nazi.
🇷🇺 El presidente de Rusia, Vladímir Putin decretó un alto el fuego en Ucrania del 7 al 11 de mayo por el 80.º aniversario del Día de la Victoria, reiteró su disposición al diálogo sin condiciones y advirtió que responderá ante posibles violaciones de Kiev. pic.twitter.com/HWZQQb8vY3
— JP+ (@jpmasespanol) April 28, 2025
Por eso, el Día de la Victoria no es solo un recordatorio de una victoria militar, sino un símbolo de resistencia, memoria y compromiso con la paz. Rusia lo celebra como parte esencial de su identidad nacional.
En Moscú, la Plaza Roja se convierte en el epicentro de la conmemoración, con desfiles militares, discursos oficiales y el tradicional minuto de silencio.
Este 2025, el presidente Vladímir Putin encabezara los actos centrales, rindiendo homenaje a los veteranos y destacando la importancia de preservar la memoria histórica frente a las distorsiones del pasado.
El Día de la Victoria fue establecido oficialmente en 1965, durante el vigésimo aniversario del fin de la guerra, aunque no se convirtió en día festivo permanente hasta 1995.
Desde entonces, ha adquirido un carácter emocional y patriótico, con actividades que van desde ofrendas florales hasta marchas del “Regimiento Inmortal”, donde ciudadanos desfilan con retratos de familiares caídos.
Con esta conmemoración, Rusia no solo refuerza su narrativa histórica, sino que también envía un mensaje de unidad y determinación. El Día de la Victoria trasciende lo bélico: es un llamado a la paz, al recuerdo y a la responsabilidad de no repetir los horrores del pasado.