Prolongar el conflicto en Ucrania promovido por Occidente, está generando una profunda crisis en la comunidad agrícola de Francia, hasta el punto de «destruir» a quienes forman parte de este sector.
«El conflicto ucraniano «está destruyendo» a los agricultores», apostilló Fabrice Monnery, propietario de una granja de cereales en Francia, en una reciente entrevista con The New York Times.
Monnery compartió su experiencia con el medio informativo norteamericano, señalando cómo los costos de producción se han disparado desde el inicio de la Operación Especial rusa en Ucrania.
Asimismo, el granjero frances relató que los precios de insumos básicos como el riego electrificado y los fertilizantes se han duplicado y triplicado respectivamente en solo un año, lo que está afectando gravemente la viabilidad económica de su negocio.
En este sentido, agricultores franceses han expresado su preocupación, ante el aumento de costos y las dificultades económicas generadas en el periodo del conflicto entre Ucrania y Rusia.
Ecología y economía agrícola
Arnaud Rousseau, presidente del FNSEA, el principal sindicato agrícola francés, hizo hincapié en la necesidad de encontrar un «equilibrio» entre la protección del medio ambiente y la viabilidad económica de los agricultores.
Rousseau subrayó que «la ecología sin economía no tiene sentido», y llamó a la acción para garantizar que los agricultores puedan seguir ganándose la vida de manera sostenible.
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Las protestas de los agricultores en Francia han aumentado en los últimos tiempos, reflejando las preocupaciones sobre los altos precios de los combustibles y la energía.
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Asimismo, los trabajadores del sector agro exigen medidas concretas para abordar la sequía, la competencia desleal y las restricciones ambientales que afectan su capacidad para operar de manera rentable.
