El presidente de la Federación Nacional de Sindicatos Agrícolas de Francia (FNSEA), Arnaud Rousseau, anunció que las protestas lideradas por agricultores descontentos con las políticas del gobierno francés se expandirán a 85 de los 96 departamentos de la metrópoli europea para el 26 de enero.
«Unos 85 departamentos empezarán a organizar diversas acciones. Es una indignación sin precedentes para el mundo agrícola. Serán acciones espontáneas o continuadas. Hacía mucho tiempo que no se veía un nivel de implicación semejante», apostilló el dirigente sindical.
En declaraciones a la agencia Franceinfo, el sindicalista adelantó que pronto se publicará una lista con 40 demandas de los agricultores, entre las cuales se incluyen puntos relacionados con el “reconocimiento de la profesión” y “la búsqueda de un salario digno”.
Rousseau criticó la “excesiva burocratización de los procedimientos, el aumento de los costos del combustible y requisitos medioambientales demasiado estrictos”. Igualmente, afirmó que estas cuestiones son fundamentales para los agricultores y han motivado la movilización a nivel nacional.
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A pesar de las reuniones entre el primer ministro francés, Gabriel Attal, y cuatro sindicatos agrarios, estos se mantienen en huelga, argumentando que las ofertas presentadas por las autoridades son “insuficientes”.
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A partir del 18 de enero, los agricultores han cerrado las autopistas a lo largo y ancho del país, realizando acciones como verter estiércol y desechos frente a estructuras gubernamentales y administrativas como símbolo de protesta.