Las pugnas entre los pequeños sectores políticos de oposición pican y se extienden. Esta vez, los presuntos y autodenominados líderes del Movimiento Campesino, han dejado al desnudo sus intereses personales, ambición y poder, acelerando su desmoronamiento.
Avizorando un seguro desplome, otros miembros han optado por renunciar a las falsas coaliciones y alianzas políticas, revelando en su retirada todas las amañadas maniobras, pleitos y roces existentes a lo interno.