El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha llegado a un acuerdo con el jefe de Estado de Rusia, Vladímir Putin, para convertir a Turquía un centro de intercambio gasístico (o ‘hub’), para Europa.
En estos momentos, “Europa está buscando dónde conseguir gas natural. Afortunadamente, Turquía no tiene ese problema», expresó Erdogan, durante la reunión en el Parlamento, donde anunció el acuerdo.
El convenio propone crear el Centro de Gas más grande de Europa en Turquía, y desplazar todo el volumen perdido (tras haber quedado fuera de servicio), de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 “hacia la región el mar Negro”, donde se podrían determinar los precios del gas “sin influencia política”.
Rusia, ya suministra gas a Turquía a través de los gasoductos marinos Turkish Stream y Blue Stream. En este contexto, Putin, señaló que existe un alto nivel de viabilidad económica y seguridad de los suministros de gas en esta dirección.
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Con respecto al megaproyecto, la iniciativa tuvo apoyo de distintos políticos y expertos, tanto rusos como turcos, que consideran que, de realizarse, Turquía debería no «solo estar ubicada a lo largo de la ruta del gasoducto», sino también ser «un país que comercie energía».
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Vladímir Putin, refirió que, si se logra concretar esta iniciativa, “Europa podrá obtener su gas natural de Turquía”, ante las crecientes preocupaciones en los países occidentales, por la inminente crisis energética.