Tras recibir al menos 330 demandas vinculadas a abuso sexual de menores, la diócesis católica de Oakland, en California, Estados Unidos, aseguró que ha caído en la quiebra y está considerando declararse en bancarrota, debido a la compensación económica que tendría que entregar a las víctimas sobrevivientes.
El obispo a cargo de esta diócesis, Michael Barber, a través de una misiva dirigida a sus feligreses, solicitó apoyo económico y dijo que la iglesia “es evidente que enfrenta un desafío monumental”.
A su vez, explicó, a través del comunicado, estar trabajando con el Consejo de Finanzas y el Colegio de Consultores, de esa diócesis, buscando una solución a la crisis financiera que atraviesan.
“Después de mucha oración y consejos reflexivos, creo que la bancarrota puede proporcionar una manera de apoyar a todos los sobrevivientes en su viaje hacia la curación de una manera equitativa e integral”, refirió.
El religioso, precisó que “aquellos individuos que perpetraron estos graves pecados y crímenes”, llevaron a esa diócesis a atravesar dicha situación.
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La solución que brinda la iglesia, para subsanar esta crisis, sería declarándose en bancarrota, sin embargo, advierte que esta medida “no minimizaría sus responsabilidades con los sobrevivientes de abuso sexual”.
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En junio de 2022, también estalló un escándalo por abusos sexuales, en el cual estarían involucrados 56 sacerdotes de Boston. Esta diócesis, al igual que pretende hacer la de Oakland, se declaró en quiebra, y pasó los casos al Tribunal de Quiebras, a través del cual se ofreció indemnizar a las víctimas con la suma de 87.5 millones de dólares, en concepto de los daños causados.