Un proyecto en proceso, propuesto por la organización belga APOPO, está entrenando a ratas equipadas con mochilas de última tecnología para que funcionen de apoyo en tareas de búsqueda y rescate, entre los escombros de zonas de desastre como terremotos, deslaves o huracanes.
En muchas ocasiones, estos roedores suelen ser animales menospreciados por distintas razones. Sin embargo, son seres muy “inteligentes y curiosos”, al punto de poder ayudar a la sociedad al igual que los perros rescatistas en tareas de salvamento.
«Las ratas suelen ser muy curiosas y les gusta explorar, y eso es fundamental para la búsqueda y el rescate», afirma Donna Kean, científica investigadora y responsable del proyecto, quien informó que hasta el momento 7 ratas han sido entrenadas en tan solo 2 semanas.
Arduo entrenamiento
Las ratas, durante su entrenamiento tienen como tarea encontrar sobrevivientes en zonas de catástrofe simulada, donde deben localizar a una persona en una habitación vacía, pulsar un interruptor en su chaleco que activa una alerta y luego regresar a la base para ser recompensadas con un premio.
La organización encargada del proyecto, APOPO, están trabajando en conjunto con la Universidad Tecnológica de Eindhoven, para desarrollar mochilas que también porten cámaras y localizadores para tener más acceso a la información que los roedores son capaces de proveer.
Puedes leer: Se registran 22 muertos tras una explosión en una mina de carbón en Turquía
En total son casi 200 ratas, que se encuentran en entrenamiento, para proyectos que incluyen rastrear minas terrestres y detección de enfermedades como la tuberculosis.
Un proyecto innovador
APOPO, ha trabajado por más de una década entrenando a perros y ratas, pero fue hasta en abril de 2021, que inició oficialmente el proyecto de búsqueda y rescate, que carecía de financiación, hasta la aparición de la organización turca, de búsqueda y rescate, GEA, quien se interesó en el uso de ratas en sus misiones.
Te puede interesar: Centroamérica se recupera tras el paso de Julia
Hasta ahora, los resultados parecen prometedores y las ratas se adaptan cada vez más a las simulaciones más difíciles. Sin embargo, el programa aún está en desarrollo, peor la doctora Kean, cree que tardará unos nueve o doce meses en adiestrar a cada rata.