
República Dominicana autorizó por tiempo limitado el uso de la Base Aérea de San Isidro y del Aeropuerto Internacional de Las Américas para apoyar la operación estadounidense Lanza del Sur.
El presidente Luis Abinader confirmó que Washington utilizará estos espacios para reabastecimiento, traslado de equipos y personal técnico, durante una rueda de prensa junto al secretario de Guerra de la administración Trump, Pete Hegseth.
«Hemos autorizado a los EE.UU., por un plazo limitado, el uso de espacios restringidos en la Base Aérea de San Isidro y en el Aeropuerto Internacional de las Américas, para la operación logística de aviones de reabastecimiento de combustible, transporte de equipos y personal técnico», informó el mandatario.
Abinader explicó que la decisión busca fortalecer la protección conjunta en el espacio aéreo y marítimo, en línea con acuerdos previos entre ambos países.
Según el mandatario, la medida es puntual y se aplicará bajo supervisión dominicana, con el objetivo de incrementar la presión contra el narcotráfico y el crimen transnacional en el Caribe.
Hegseth sostuvo que el pacto es provisional y respeta la soberanía dominicana, al tiempo que lo describió como un modelo que Estados Unidos pretende replicar en la región. Su llegada a Santo Domingo coincidió con un aumento de las tensiones generadas por la política de “máxima presión” de Washington contra Venezuela, y con un mayor despliegue del Comando Sur en aguas caribeñas.




