La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, acusó a Estados Unidos de “negligencia criminal”, en sus laboratorios biológicos de “alta seguridad”, citando al estudio realizado por un medio estadounidense donde relatan las fugas de patógenos peligrosos para todo el mundo.
“Si tal negligencia criminal reina en los biolaboratorios directamente en Estados Unidos, imagine cómo a los científicos estadounidenses no les importa cómo se protegen las cepas en otros países”, expresó a través de su canal de Telegram, la diplomática.
En este contexto, la investigación realizada por The Intercept, detalla cómo en las últimas dos décadas, cientos de incidentes en los biolaboratorios del país norteamericano han quedado en secreto para el público.
Entre los casos, la primera parte titulada “Experimentando con el desastre”, relata el caso de un joven estudiante de posgrado de la Universidad de Washington, que se pinchó el dedo con una aguja después de inyectar a un ratón con una cepa del virus Chikungunya. Tras el incidente, el estudiante informó a su supervisor, en septiembre de 2016, quien trasladó la información al Instituto Nacional de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), “pero hasta ahora, el evento ha permanecido fuera de la vista del público. Así como cientos de otros incidentes en laboratorios de Estados Unidos, incluidas otras cuatro lesiones por agujas en la Universidad de Washington”, detalla el informe.
La investigación, basada en más de 5,500 páginas de documentos obtenidos del NIH, muestra los archivos de “amenaza real” de una gran mayoría de casos con incidentes en laboratorios supervisados y financiados por el mismo ente de salud.
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De acuerdo a la portavoz rusa, para Estados Unidos es un “ganar-ganar, mortal”. “Y si hay alguna fuga, entonces esta será una excelente oportunidad para realizar una observación participante externa (solo con fines científicos, por supuesto), y luego también vender medicamentos a la población afectada”, añadió en su mensaje.
Desde marzo de 2022, Rusia, ha acusado a Estados Unidos de desarrollar un programa de investigación biológica en Ucrania, con gastos que superan los USD $200 millones, en unos 46 biolaboratorios puestos en el país europeo y que forman parte del plan militar biológico estadounidense.
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Sin embargo, a pesar de que las autoridades rusas, han demandado el hecho, ante la Organización de las Naciones Unidas, para realizar una investigación pertinente; la moción no obtuvo el apoyo de los 15 miembros del Consejo de Seguridad y fue rechazada, y archivada como los mismos casos que relata el medio estadounidense.
