El presidente de Rusia, Vladímir Putin aseguró que las defensas antimisiles actuales no pueden interceptar al ‘Oreshnik’.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin aseguró que las defensas antimisiles actuales no pueden interceptar al ‘Oreshnik’.

Rusia instó a Occidente a finiquitar el apoyo al conflicto en Ucrania, tras la prueba del misil balístico hipersónico de alcance medio ‘Oreshnik’, al que las defensas actuales no pueden interceptar y dejaría inútiles los refugios antiaéreos en Europa.

“El daño sería inaceptable, es imposible interceptarlos con los medios modernos, y hablamos de minutos. Los refugios antiaéreos no ayudarán, por lo que la única esperanza es que la bondadosa Rusia advierta con antelación sobre los lanzamientos”, precisó Dmitri Medvédev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia.

Asimismo, Medvédev detalló por medio de su publicación en la red social Telegram, que los “propagandistas ucranianos” afirmaron que el ‘Oreshnik’, “no existe” e ironizó la negación que, de acuerdo a su criterio, solamente forma parte de una cegarse ante el verdadero problema.

“¡Hay que ser más simples! Y para protegerse, basta con cerrar los ojos. Para aquellos que cierran los ojos, el problema desaparece automáticamente”, añadió el funcionario ruso.

“Dotar” a Ucrania con armas nucleares agravaría el conflicto

Por otro lado, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, aseguró que la propuesta de algunos “medio occidentales” acerca de “dotar” a Ucrania con armas nucleares, solamente agravaría el conflicto, ya que Rusia también podría transmitir a los “enemigos de Estados Unidos”, sus avances en cuanto a las diversas “tecnologías nucleares”.

Recientemente, el presidente de Rusia, Vladímir Putin ordenó la producción en masa de los misiles ‘Oreshnik’, que actualmente no contienen ojivas nucleares, sin embargo, está diseñado para atacar “objetivos a una velocidad de Mach 10, es decir, de 2,5 a 3 km/s”.

El lanzamiento prueba del misil ‘Oreshnik’, no nuclear, se realizó por primera vez, como un medio de disuasión en contra de Ucrania, en respuesta a la autorización otorgada por Occidente para apuntar y detonar armas de largo alcance de la OTAN en contra de Rusia.