Occidente intensifica la guerra mientras bloquea avances diplomáticos

El Kremlin acusó al gobierno de los Estados Unidos de seguir armando a Ucrania, pese al alto costo económico y a los llamados públicos de desescalada.

Dmitri Peskov, portavoz del gobierno ruso, señaló que Washington continúa enviando municiones y misiles de largo alcance como los Patriot, ahora con financiamiento directo de países europeos.

Por su parte, Donald Trump, confirmó que su administración enviará sistemas antiaéreos a Kiev, alegando que serán pagados “al 100 %” por socios de la Unión Europea.

“Vamos a tener una reunión con el secretario general (de la OTAN), viene mañana, pero básicamente vamos a enviarle varias piezas de equipo militar muy sofisticado. Van a pagarnos 100 % por ello y esa es la manera en la que lo queremos”, expresó.

Rusia ha advertido que este tipo de armamento representa una amenaza directa a su seguridad nacional.

La posibilidad de que Ucrania reciba misiles como los ATACMS extendidos o Tomahawk terrestres, con alcances superiores a los 1.000 km, elevaría el riesgo de ataques dentro de su territorio soberano.

Moscú reitera que cruzar esta “línea roja” tendrá consecuencias graves.

Algunos países europeos como Polonia y Lituania respaldan plenamente el envío de más armamento a Ucrania.

Sin embargo, otros gobiernos, entre ellos Hungría, Eslovaquia y Alemania, temen una escalada bélica que involucre directamente a la OTAN en un conflicto con Rusia. La decisión de financiar armamento estadounidense divide posturas dentro del bloque.