La portavoz de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, reiteró el llamado de su país a la comunidad internacional para que condene las acciones de Ucrania, tras el reciente ataque a la planta nuclear de Zaporozhie, en territorio ruso.
Zajárova declaró en una entrevista con la cadena Rossiya 1 que «no es la primera vez que Rusia solicita acciones urgentes contra el Gobierno de Kiev y sus aliados occidentales. Para la oficina presidencial, encabezada por Zelenski, y sus principales respaldos, Washington y Londres, las centrales nucleares son utilizadas como herramientas para actividades terroristas».
Ataque en planta nuclear
Durante el 11 de agosto, las fuerzas ucranianas llevaron a cabo un ataque con drones, realizando dos incursiones consecutivas que resultaron en daños graves a una de las torres de refrigeración de la planta nuclear.
En respuesta a otro ataque, esta vez en la región rusa de Kursk, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró que el gobierno de Kiev recibirá una «respuesta adecuada».
Durante una reunión operativa sobre la situación en las regiones fronterizas, Putin destacó que el objetivo de Ucrania podría ser mejorar su posición en futuras negociaciones, pero subrayó la imposibilidad de dialogar con un país que «ataca indiscriminadamente a civiles e infraestructuras».
Gobernador de Kursk denuncia ofensiva ucraniana
Asimismo, el gobernador de Kursk, Alexéi Smirnov, denunció que las Fuerzas Armadas de Ucrania controlan 28 localidades en la región, habiendo penetrado 12 kilómetros en territorio ruso y abarcando un frente de 40 kilómetros.
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El mandatario interino de Kursk reportó que empleados de la empresa energética rusa Rosseti, fueron atacados con armas químicas en el distrito de Belovski, en Kursk.
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Por otro lado, Valeri Guerásimov, jefe del Estado Mayor General de Rusia, afirmó que las fuerzas rusas «repelieron una ofensiva ucraniana en la región el pasado 6 de agosto, que involucró a cerca de 1.000 soldados».