Rusia lanzó este miércoles, 25 de diciembre, el cohete Soyuz-2.1b desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, con el propósito de colocar en órbita un satélite de teledetección terrestre de la serie Resurs-P, informó la corporación estatal Roscosmos.
El satélite se separó con éxito en la tercera etapa del cohete para alcanzar su posición orbital programada. Según detalló la agencia Interfax, esta maniobra se completó aproximadamente nueve minutos después del despegue.
Con el despegue de su cohete número 2.000, Rusia consolida su liderazgo en la carrera espacial, marcando un nuevo capítulo en la historia de la exploración más allá de la Tierra.
Este logro subraya más de seis décadas de avances desde la puesta en órbita del Sputnik-1 en 1957, el primer satélite artificial de la humanidad. La exitosa operación no solo demuestra la capacidad tecnológica de Rusia, sino también su compromiso con la cooperación global, ofreciendo soluciones espaciales a aliados internacionales y promoviendo el uso.
El Soyuz, reconocido por su confiabilidad y versatilidad, ha sido el caballo de batalla del programa espacial ruso, participando en misiones científicas, comerciales y de investigación.
Con el satélite lanzado, se fortalecerán los sistemas de observación terrestre, esenciales para la monitorización ambiental, la planificación urbana y la gestión de desastres naturales.