El representante de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, aseguró que su país tomará medidas inmediatas tras el ataque ucraniano a la provincia de Kursk, que dejó un saldo de seis fallecidos y múltiples heridos.
Durante una reunión del Consejo de Seguridad, Nebenzia condenó el bombardeo, destacando que los objetivos impactados incluían instalaciones culturales, deportivas y educativas.
El diplomático señaló que estos actos «deliberados contra civiles» no quedarán impunes.
Asimismo, denunció que el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, prioriza su permanencia en el poder sobre las necesidades de la población, afirmando que muchos ciudadanos ucranianos rechazan las escaladas bélicas que comprometen la infraestructura crítica del país.
Según Nebenzia, las capacidades de Ucrania para resistir las bajas temperaturas del invierno están en entredicho, especialmente tras la destrucción de instalaciones energéticas.
Un ataque con misiles ucranianos en la región rusa de Kursk asesinó a al menos seis personas y dejó diez heridos. El gobernador interino, Alexandr Jinshtein, denunció que las fuerzas armadas del régimen de Kiev apuntaron a objetivos civiles con el sistema Himars. pic.twitter.com/nqR3Acnnak
— JP+ (@jpmasespanol) December 20, 2024
Bombardeo en Kursk agrava tensiones y provoca advertencia rusa
El bombardeo en Kursk, ejecutado con misiles Himars, impactó estructuras clave como una casa cultural, un estadio, una escuela y un parque de bomberos.
Este ataque ha sido catalogado por Rusia como una escalada significativa que pone en riesgo la estabilidad regional.
En un contexto de tensiones crecientes, Nebenzia afirmó que la comunidad internacional debe tomar nota de la actitud del liderazgo ucraniano, al que calificó de irresponsable.
Mientras tanto, Moscú prepara una reacción que, en palabras del representante, será contundente y adecuada a la gravedad de los hechos.