El gobierno de Rusia declaró que tomará medidas contundentes, en respuesta a la decisión de la Unión Europea de transferir fondos derivados de los ingresos de activos rusos congelados a Ucrania.
En este sentido, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, afirmó en una rueda de prensa que esta medida será enfrentada con acciones enérgicas en defensa de los intereses del país.
En una declaración realizada el 22 de julio, Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, informó que a principios de agosto se asignarán 1.400 millones de euros a Ucrania, provenientes del primer tramo de ingresos generados por activos rusos congelados, para asistencia militar.
«Hemos declarado repetidamente que nuestra respuesta será muy dura. Por supuesto, actuaremos en defensa de los intereses de nuestro país», apostilló Zajárova.
UE y G7 bloquean 300 mil millones de euros en activos rusos
El Consejo de la Unión Europea, el 21 de mayo, dio su aprobación para emplear el 90 % de los beneficios de los activos rusos congelados en el financiamiento de suministros militares a Ucrania. Luego, el 24 de junio, la UE autorizó el primer tramo de estos fondos, pese a la resistencia de Hungría.
Cabe señalar que, desde el inicio de la Operación Militar Especial de Rusia en Ucrania en febrero de 2022, la UE y el Grupo de los Siete (G7) han bloqueado activos rusos por un valor de 300.000 millones de euros.
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De estos, aproximadamente 200.000 millones de euros en inversiones rusas están inmovilizados en cuentas del Euroclear, uno de los principales sistemas de compensación y liquidación de valores financieros en Europa, con sede en Bélgica.
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En la cumbre celebrada en Apulia, Italia, a mediados de junio, el G7 decidió otorgar a Ucrania 50.000 millones de dólares en préstamos antes de que finalice el año. Estos préstamos serán reembolsados utilizando los rendimientos de los activos rusos congelados.
Asimismo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia describió esta decisión del bloque occidental como un expolio que afecta no solo a los inversores privados, sino también a los fondos soberanos del país.
