El embajador de Rusia en China, Ígor Morgúlov, declaró que Moscú y Pekín se han convertido en dos naciones amigas que comparten una misma posición en la defensa de la democracia a nivel global, y en garantes de la estabilidad en el mundo.
“Quiero enfatizar que en el mundo turbulento de hoy nos hemos convertido con nuestros amigos chinos no solo en correligionarios políticos que defienden el fortalecimiento de las bases democráticas policéntricas en la gobernanza global, sino también en garantes de la estabilidad estratégica en todo el planeta”, detalló Morgúlov en una entrevista a la cadena informativa Sputnik.
El alto diplomático ruso precisó que esta cercanía entre las dos potencias, en el actual contexto geopolítico se trata de “la dimensión histórica más importante de la asociación entre Rusia y China».
Durante la XVI Cumbre de los BRICS celebrada a finales de octubre pasado, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, destacó las relaciones bilaterales con China, afirmando que son un ejemplo para los demás países sobre cómo deben construirse.
“En los últimos 75 años, las relaciones ruso-chinas han alcanzado un nivel de asociación global y cooperación estratégica. Y podemos afirmar con plena confianza que pueden servir de modelo sobre cómo deben construirse las relaciones entre Estados”, aseguró Putin.
En el marco de ese mismo evento, el líder chino, Xi Jinping, manifestó: “Nuestras relaciones han recorrido un largo camino y adquirido un carácter sin precedentes, hemos tomado el sendero correcto de la construcción de relaciones entre grandes potencias basadas en los principios de no alineamiento, no confrontación y no dirección contra terceras partes”.